«Cualquier cosa que os acontezca, contrariedades, decepciones, esforzaros en no perder vuestro amor ni vuestro entusiasmo. La cólera, las recriminaciones, el desánimo no cambian para nada los acontecimientos que os entristecen, y con esta actitud os priváis, además, de algo precioso. Así pues, doble inconveniente.

Nada puede justificar vuestro abandono a estados negativos. Pero diréis, «yo estoy en este estado porque la gente me ha engañado, me ha traicionado, no he sido yo quien…» Sí, habéis sido vosotros: razonáis mal, nadie os fuerza a estar en este estado. Incluso si las personas han querido perjudicaros, no estáis obligados a experimentar pasivamente su maldad, ni añadir aún a este inconveniente la desgracia de perder vuestro amor y de consumiros. Entonces, veis, ¡es un mal razonamiento! Y si no enderezáis la situación, si abandonáis así la esperanza, el amor, la fe, estáis muertos. Antes incluso de morir, es ya la muerte.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Lugo, 6 noviembre 2021