«El silencio es la condición absoluta para poder oír la verdadera palabra, las verdaderas revelaciones. En el silencio, sentís poco a poco los mensajes que os llegan del mundo espiritual, y una voz que trata de preveniros, aconsejaros, dirigiros, protegeros…

Diréis que no oís esta voz. Es porque hacéis demasiado ruido, no sólo en el plano físico, sino también en los planos astral y mental: ¡tantos pensamientos y sentimientos desordenados no cesan de golpearos! Esta voz que os habla, se la llama «la voz del silencio.» Es incluso el título de ciertos libros de sabiduría oriental. Cuando el yogui logra calmarlo todo en su interior, hasta el punto de detener el curso de sus pensamientos –porque, con su movimiento, el pensamiento también hace ruido— entonces oye esta voz del silencio que es la voz misma de Dios.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: río Naea en el Camino Primitivo, agosto 2020, cortesía de Ginés Blanco Rubio