«Cuando se sumergen en las dificultades y las pruebas, cuántas personas se dan cuenta de repente de los errores que han cometido por negligencia, por ignorancia o por debilidad y se dicen: «¡Si hubiese sabido!…» Pudieron saber, porque en un cierto momento se dieron todas las circunstancias para aprender y trabajar. Pero la vida espiritual exige esfuerzos que no estaban dispuestos a hacer, y descuidaron esas buenas condiciones. Otras actividades, otras preocupaciones les parecieron en ese momento más importantes y se han dejado sorprender.

Pero cualesquiera que sean vuestros errores, no perdáis más tiempo lamentándoos y, sobre todo, no os desaniméis. Lo peor no es cometer errores, sino decirse que nuestro ideal espiritual es irrealizable, desalentador y abandonarlo. Nunca es demasiado tarde para retomar el camino de la luz. De nuevo y en breve, os serán dadas otras condiciones, ¡intentad no dejarlas pasar!»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), «Pensamientos cotidianos», Editorial Prosveta. Imagen:Paisaje en Ladack, India, 27 de octubre de 2019 (cortesía de Shuna Hercovitz)