«No basta con querer corregir los defectos. Hay que saber cómo hacerlo. Si os obstináis en luchar contra las malas inclinaciones de las que no sois capaces de desprenderos, sufriréis y acabaréis desanimados. Entonces, en lugar de deteneros en las debilidades, las lagunas que resultan de malas costumbres adquiridas en el pasado, es mejor deteneros sobre lo que debéis hacer de positivo para el futuro y decir: « Ahora, voy a repararlo y a reconstruirlo todo.» Cada día, con una fe inquebrantable, una convicción absoluta, tomad todas las herramientas que Dios os ha dado: el pensamiento, el sentimiento, la imaginación… y proyectad en vosotros mismos las más bellas imágenes. Podéis veros en la música, podéis veros en la luz, podéis veros en el sol, en la perfección de las formas, con cualidades, virtudes, la bondad, la generosidad, la posibilidad de sostener a los demás, de ayudarlos, iluminarlos.
Cuántas veces os lo he dicho: todo se graba. Y puesto que todo se graba, acostumbraos a grabar lo que es mejor. Si empezáis este trabajo, no sólo sentiréis que vuestros defectos se dejan neutralizar poco a poco, sino que se convertirán para vosotros en una fuente inagotable de inspiración.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Huerta de Guadián, Palencia, 23 noviembre 2016 (cortesía de Marga Lamoca)