«La naturaleza, con las praderas, los bosques y las montañas no sólo es un decorado en el que vivimos, sino que es la morada de espíritus muy evolucionados que están allí al servicio de la Inteligencia cósmica. Así pues, tratad de sentir la presencia de estos espíritus. Si pensáis en uniros a ellos, a hablarles, a maravillaros por la belleza del trabajo que realizan, se alegrarán, entablarán amistad con vosotros, os sonreirán, os traerán regalos: vitalidad, alegría, inspiración poética e incluso la clarividencia.»

Omraam Mikhäel Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos. Editorial Prosveta.  Imagen: Atacama, Chile, 16 noviembre 2017 (cortesía de Marta Sierra)