«Nuestro espíritu no puede manifestarse en plenitud, puesto que debe sufrir las limitaciones de la materia. En su esfera, arriba, tiene poderes ilimitados, es todopoderoso. Es la materia aquí, en nosotros, a nuestro alrededor, la que le impone límites. Pero gracias a la continuidad de nuestros esfuerzos cotidianos, el espíritu se abre camino poco a poco, y al final, es él quien consigue triunfar sobre los obstáculos y a transformarlo todo.

Se dice que el espíritu posee poderes «sobrenaturales». No, en realidad no hay nada de sobrenatural. Los llamados milagros o prodigios, todos estos acontecimientos que en apariencia contradicen las leyes de la naturaleza, no son ni sobrenaturales, ni supranaturales, ni antinaturales: obedecen solamente a otras leyes, también naturales, que son las del espíritu.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), «Pensamientos cotidianos», Editorial Prosveta. Imagen:Paisaje en Ladack, India, 27 de octubre de 2019 (cortesía de Shuna Hercovitz)