«El hortelano no se sorprende cuando no ve salir las hortalizas que no ha sembrado. Se dice simplemente: «Es normal, amigo. Como no tuviste tiempo de sembrar zanahorias, no tienes zanahorias. Pero puedes tener lechugas, perejil y cebollas ya que las sembraste.» Pues sí, cuando se trata de frutas y verduras, los humanos razonan correctamente. Pero cuando se trata del terreno de la moral y psíquico, no saben absolutamente nada: creen que recogerán felicidad, alegría y paz, habiendo sembrado violencia, crueldad y maldad. Pues no, también recogerán violencia, crueldad y maldad. Pero como no comprenden, se sorprenden y se rebelan contra lo que les sucede.
Entonces, a partir de ahora, debéis aprender a vigilaros con el fin de solamente expandir con vuestras palabras, vuestros sentimientos y vuestros pensamientos, semillas de luz y de amor y así vuestro destino será mejor.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Camino de Santiago entre St. Jean Pied de Port y Roncesvalles, 16 octubre 2021 (cortesía de Paula Morcuendo)