“Cuando pronunciáis la palabra «gracias», es como si hicieseis brotar en vuestra alma un manantial de luz, de paz y de gozo. Y este manantial inunda todas vuestras células. Poco a poco, sentís que algo en vosotros se vivifica, se fortalece, se ilumina. De esta manera, el día en que tengáis que afrontar grandes pruebas, no sólo no os derrumbaréis, sino que seréis capaces incluso de seguir dando gracias. No lo olvidéis: la capacidad de dar gracias en las pruebas os ayuda a superarlas.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Camino a Finisterre: entre Olveiroa y Muxía 30 junio 2018