«Si llegáis a poner en primer lugar en vosotros al Yo superior, ya participáis en el trabajo cósmico de Cristo, de Dios mismo. Si, es algo misterioso, una actividad que se despliega en otra esfera y a menudo incluso sin vuestro conocimiento. Cuando estáis absorbidos por vuestras tareas cotidianas, no sabéis lo que hace vuestro espíritu en vosotros. Pero quizá un día, cuando vuestro cerebro se haya desarrollado suficientemente, seréis conscientes de ese trabajo de vuestro espíritu en el universo. Por el momento, los esencial es que restablezcáis el vínculo con él. Y es precisamente eso lo que debe ser vuestra única preocupación durante las meditaciones: calmar a los habitantes en vosotros con el fin de reuniros con vuestro Yo superior, que es la quintaesencia de Dios mismo.»

Omraam Mikhäel Aïvanhov,  Pensamientos cotidianos. Imagen: Editorial Prosveta. Imagen: Parque Natural del Neouvielle (Pirineo francés), 12 septiembre 2020 (cortesía de Carlos Bravo Suárez)