«El bien nunca queda sin recompensa. Sólo que no esperéis que llegue necesariamente bajo la misma forma en que lo habéis hecho. Puede seros devuelto bajo formas totalmente diferentes y que no esperáis.

¿Dais dinero y desearíais que os fuera devuelto dinero?… Pues bien, no, pero tal vez recibiréis la salud, la amistad, la esperanza, la inspiración o la sensación de ser un verdadero hijo de Dios, puesto que, como vuestro Padre celestial, dais sin esperar nada a cambio. La ley de justicia es una ley cósmica que nada ni nadie puede establecer por defecto. Es una mala comprensión de esta ley de justicia la que desalienta a los humanos a hacer el bien. Tienen miedo que se abuse de ellos. No, no deben tener miedo. Incluso si, en efecto, se aprovechan de ellos, de una forma o de otra, serán un día recompensados por el bien que han hecho.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Camino Primitivo, entre Berducedo y Grandas de Salime (Asturias), 27 septiembre de 2019 (cortesía de Erika Lauda)