«El ser humano, desde el momento que abandonó el seno del Eterno para emprender un largo descenso hacia la materia, necesita, para vivir, todos los recursos que ésta puede poner a su disposición. Ahora que se ha alejado tanto de la Fuente divina, le es imposible regresar a ella sin ayuda, sin alguna herramienta o instrumento material. Es pues sabio y prudente que utilice los medios materiales que posee. Sólo que, no debe utilizarlos para dispersarse y alejarse todavía más del Señor, sino para regresar hacia él.

Por tanto, lo que cuenta, es el objetivo, es la dirección que tomáis utilizando todo lo que os aporta el mundo material. Entonces, bien sea comiendo, respirando, paseando, trabajando o amando, esforzaos en activarlo todo para dar cada vez un paso hacia la Fuente divina, hacia el Espíritu.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: el Bidasoa, entre Irún y Hendaya, 2 de septiembre de 2019