«El mundo invisible existe, y el hecho de que no lo veamos no significa que no exista. Este mundo está poblado de entidades, y con sus pensamientos y sus sentimientos los humanos entran en relación con estas entidades y las atraen. Mientras no tengan conciencia de que mediante sus pensamientos y sus sentimientos pueden atraer o alejar los espíritus luminosos y los espíritus tenebrosos, continuamente se verán invadidos por fuerzas nocivas. Pues sí, debemos tomar en serio esta realidad: en nosotros y a nuestro alrededor existen entidades malignas, y aquellos que se dejan llevar por pensamientos y sentimientos negativos, caóticos, terminan atrayéndolas y se convierten en sus víctimas. Aprended a alimentar en vosotros pensamientos y sentimientos armoniosos con el fin de atraer a criaturas magníficas. No las veréis, pero su presencia se manifestará en vosotros: os sentiréis en paz, en la luz, como si abrazarais a toda la creación. Y no podréis dudar de esta sensación.»

Omraam Mikhäel Aïvanhov (1900-86),  “Pensamientos cotidianos”, Editorial Prosveta. Imagen:  Los Altos Hills, California, 18 septiembre 2016 (cortesía de Martin Varsavsky)