«Para la mayoría de los humanos, el modo más conveniente de comportarse en sociedad es mostrarse fríos, inexpresivos, cerrados. ¡Para ellos ésta es la mayor sabiduría! Mientras que la espontaneidad, el calor y el entusiasmo son más bien mal considerados. Es así como vemos a millares de criaturas apagadas, sin alegría, sin vida, que no se dan cuenta de lo antipáticas que son. ¿Cómo se puede desear frecuentarlas? Pues bien, he aquí una actitud que es preciso cambiar.

Así pues, a partir de ahora esforzaos en trabajar con la vida, con la intensidad de la vida: cómo intensificar las vibraciones de todo vuestro ser, con el fin de poder proyectar rayos que vivificarán e iluminarán a los seres y a las cosas de vuestro alrededor.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta.  Imagen: amaneciendo en Palencia, 19 de agosto de 2017 (cortesía de Marga Lamoca)