«Cuando conseguís realizar verdaderamente la armonía en vosotros, vuestra sola presencia aporta a todos algo precioso cuya influencia no podéis valorar. Aunque sigáis siendo un desconocido, permanezcáis escondido, el amor y la luz que emanan de vosotros son recogidos por entidades invisibles que se alimentan de ellos, y estas entidades pueden también transportarlos muy lejos para salvar a criaturas que piden ayuda.
En su inmensa sabiduría, el Eterno no ha dejado que nada fuese inútil. Cuando hay personas que se encuentran para rezar, para meditar juntos, ¡cuántos espíritus vienen a buscar en ellas quintaesencias que servirán para la curación de los males de la humanidad! Pensad en ello, y de pronto vuestra existencia tomará un nuevo significado.»
Omraam Mikhäel Aïvanhov (1900-86), “Pensamientos cotidianos”, Editorial Prosveta. Imagen: copas de árboles en Palencia, 21 de septiembre de 2016 (cortesía de Marga Lamoca)