«¿Por qué os sucede en ocasiones que os sentís invadidos por fuerzas y entidades que saquean vuestros jardines interiores, roban vuestras riquezas, apagan vuestras luces? Porque no habéis sabido uniros al Cielo. Os quejáis: «No sé lo que me pasa… Me siento mal, estoy angustiado…» Y para salir de este estado, intentáis distraeros, vais a la farmacia, al médico… Pero, he aquí que las distracciones, los farmacéuticos y los médicos no resultan eficaces.

Para escapar de estas entidades oscuras y malhechoras que pueden atacaros, no hay otro medio que el de intentar entrar en relación con las entidades celestiales, de abrirles vuestro corazón, vuestro intelecto, vuestra alma, vuestro espíritu, con el fin de que su luz y sus bendiciones desciendan en vosotros, que os purifiquen, que os alimenten. Las criaturas inferiores no pueden oponerse a las corrientes poderosas que proceden de las regiones celestiales porque éstas son rechazadas. «

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Camino de Madrid saliendo de Santa María la Real de Nieva (Segovia), 30 agosto 2021