En memoria de Anita Roddik (“The Body Shop”)

12-Sep-2007. Anita Roddick creyó en lo que firmemente apoya nuestra Fundación Ananta: el gran poder de las empresas para hacer el bien. Además perfumó la tierra entera. Anita Roddik era empresaria y al mismo tiempo activista en una suerte de empeño unificado, al día de hoy aún poco común. Conjugó como pocos dividendos e ideales, beneficio y ecología, bien propio y bien común. Dió constancia de que el negocio puede ser también altruista, de que los réditos pueden ser para todos, incluso para la Tierra.

Con sus más de 2.000 tiendas de cosmética ecológica, el mundo tiene el testimonio del gran negocio verde y solidario, capaz de superar todas las fronteras. Roddick abrazó naturaleza, animales y muchas causas nobles. Hizo campañas contra los abusos a los derechos humanos y fue una incansable activista ambiental.

Honor de adelantada, retó al mundo de la empresa con la responsabilidad social o el comercio justo, antes de nuestros días más favorables. Su “activismo empresarial” fue siempre fecundo: “New Academy of Business”, galardón a los derechos humanos “The Body Shop”, webs e industria editorial comprometidas… En sus libros leemos: “En una época en que los gobiernos fracasan en la promoción de los derechos humanos y las grandes empresas han tomado la delantera, creo que los negocios que tienen éxito y sus responsables tienen la obligación moral de luchar por un mundo mejor…” Su “tablero de anuncios”, su pantalla de apoyo a campañas políticas y éticas se situaba, en buena medida, tras el cristal. Comunicaba desde sus escaparates en 55 países.

Su sillón en el comité ejecutivo de la empresa estaba a menudo vacío en los últimos años. Ella prefería viajar por el mundo buscando establecer relaciones comerciales con pequeñas comunidades de países desfavorecidos, como la India, Nicaragua, Bangladesh y otros.

Gracias de corazón por tu ejemplo pionero.

Koldo Aldai
Fundación Ananta
www.fundacionananta.org