Mantengamos en silencio la mente, alertemos nuestra atención, y permanezcamos en comunión con aquella flor, aquel arbusto o aquel animal. La comunión es muy superior a la comunicación y permite la comprensión absoluta y el verdadero amor. Abramos los ojos. En los hombres, en los niños, en los animales, en las plantas, en todo hay una parte de verdad y de todo podemos aprender.
Ramiro Calle, en El cielo en la tierra (2007), Editorial Lid