¡Cuántas personas buscan un Maestro sin saber lo que pueden esperar de él! En pocas palabras, puede decirse que un verdadero Maestro es un ser que durante milenios ha trabajado para triunfar sobre todas las pasiones humanas. Es por ello que emana de él algo luminoso, puro y acercándose a él, escuchando su palabra, sus discípulos, que reciben una pequeña parcela de su vida, evolucionan más rápidamente.

Si no, ¿para qué creéis que puede serviros un Maestro? No se ocupa de daros riquezas, ni una posición social, ni mujeres o maridos; su preocupación, es la de comunicaros partículas de una naturaleza superior que vibran en armonía con el Cielo. Y si podéis recibir estas partículas, si podéis conservarlas e incluso amplificarlas, con el tiempo sentiréis que vuestros pensamientos, vuestros sentimientos e incluso vuestra salud, mejoran. Cerca de un Maestro, debéis buscar solamente las condiciones para vivir la vida divina.

Omraam Mikhäel Aïvanhov (1900-86), pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta