El pasado fin de semana, en Madrid, disfruté y me emocioné hasta las lágrimas con el musical El Rey León. ¡Que belleza y creatividad puede crear y expresar el ser humano cuando hace uso de sus dones y talentos!

En esta ocasión, considero que los adjetivos calificativos usados en la publicidad de la obra son absolutamente ciertos y adecuados.  El espectáculo, como digo, no tiene desperdicio: es un disfrute para los sentidos y una caricia para el alma, unido al mensaje de vida al que dedico estas palabras.

Sería maravilloso si, como el Rey León, nuestros padres nos enseñaran, al dar nuestros primeros pasos, Quienes Somos y como funciona el ciclo de la vida. Todo es importante, valioso y útil en el Universo y dar y recibir es su Ley. Nacimiento, desarrollo y transformación, en un ciclo sin fin. Pero aún sabiéndolo, en el mejor de los casos, durante el sinuoso sendero de la vida, podemos olvidarnos de la Verdad y coger atajos de envidia, celos, ambición, traición, sometimiento y engaño; o la consideración de víctima indefensa, acarreando la pesada mochila de culpa, impotencia y resentimiento; un camino yermo, triste y pesado, siempre cuesta arriba.


No mucho mejor es esconder la cabeza bajo el ala, cual avestruz, y con la actitud “hakuna matata” del ole, ole, no hay problemas y a vivir que son dos días, sobrevivir desde la inconsciencia, asistiendo en primera fila a todas las fanfarrias y festejos que ponen a nuestra disposición aquellos a los que interesa que sigamos dormidos.

 

“Recuerda Quien Eres”, mensaje estrella de la obra, “recuerda Quién Eres”, porque en el momento que lo hagamos, recuperamos nuestro poder, nuestra fuerza, nuestra valía; sabemos cual es nuestra misión y vamos a por nuestros sueños, deseos y metas; conociendo de los obstáculos y peligros que nos saldrán al paso, pero afrontándolos a pesar del miedo.

Y entonces, la vida tiene sentido y propósito, y es bello vivir, y nos valoramos y respetamos, como al resto de la creación, porque sabemos quienes somos y para qué estamos aquí. Y cuando llegue el momento de dejar de ser reyes y reinas en este planeta, seguiremos brillando como estrellas en el firmamento, en un ciclo sin fin.

Ana Novo
La Comadrona Espiritual ®
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