Adjuntamos el enlace al original al que Koldo hacía referencia en su «Volveremos a Utoya».

La única respuesta, pensamos, al dolor y al sinsentido que asola a tantas personas en el mundo es contrarrestarla aplicando cosnciencia y amor a cada uno de nuestros actos. Si, los actos más cotidianos pueden estar llenos de consciencia y amor. He ahí un trabajo a realizar por cada uno de nosotros…

Y de este modo, poco a poco, iremos transformando el mundo para crear algún día la humanidad de la que habló el Príncipe de la Paz.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/perderemos/paraiso/noruego/elpepiopi/20110727elpepiopi_11/Tes