“Siempre un establo seco para renacer de nuevo”
Invitación a la meditación planetaria con motivo del Solsticio del invierno (Hemisferio Norte). Atardecer del 22 de diciembre cada quien en su lugar y marco.
Habrá que avivar el fuego, si queremos que el calor alcance todas las estancias, habrá que fortalecer nuestro sincero amor si queremos que éste se haga con nuestra mente, sentimientos y actos. Habrá que calzar altas botas para penetrar en este paisaje nevado, para adentrarnos entre las brumas de este presente tan difícil como privilegiado.
Demandamos luz, calor y amor para nuestros inviernos de fuera, pero sobre todo para los de adentro. Nunca estamos solos en la crítica, pero siempre esperanzada frontera del solsticio, cuando el blanco deja las cumbres y amenaza nuestros valles, cuando el frío quiere adueñarse de nuestro hogar de adentro. No, nunca estamos solos en medio de las heladas ventiscas, de la niebla cerrada. Siempre hay un Belén preparado para que renazcamos de nuevo, siempre hay paja seca en algún rincón de nuestros establos para el resurgir de nuestro alma. Preparamos nuestros pesebres, nadie tirite cuando el Cristo se dispone a nacer. El ángel toca su trompeta y nosotros habremos de saber que la oportunidad es justo ahora, cuando la nieve se amontona en los aleros, cuando todo vuelca para dentro, cuando semejara que todo calla y muere.
Se acerca de nuevo por lo tanto el solsticio de invierno del Hemisferio Norte de este planeta. La tierra detiene su viaje hacia la sombra, gira sobre sus pasos y emprende un nuevo vuelo hacia la claridad. Fiel a su cita con las leyes cósmicas, la Luz se refugia en sí misma, se esconde y prepara el punto de arranque de una nueva espiral de la consciencia en esta espiral ascensional sin fin a la que nada detiene en su viaje a lo divino. Todo vuelve a su punto de partida, fiel a la ley de los ciclos, pero nada es igual, toda ha cambiado, los pasos han sido dados a través de un largo año de periplo solar. En este recorrido cada ser ha buscado la Luz dentro y fuera de sí mismo, con la terquedad y la persistencia que genera la pulsión del alma por volver a su Casa Divina. Y con el solsticio de invierno el viaje de la Luz empieza de nuevo, pero desde diferente nivel de conciencia.
Para la mayoría de la ciudadanía la fiesta es una ruptura de la cotidianidad, un motivo para reunirse en agradable compañía. Sin embargo afirma el Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov que en una Escuela Iniciática, las fiestas son una cosa muy distinta que simples ocasiones para hacer banquetes, para colgar adornos y pasar unos momentos agradables. Los aspirantes al Sendero en estas ocasiones se esfuerzan “por captar en las regiones sutiles corrientes de energía que vivificarán y regenerarán su corazón y su alma. Cada uno sabe también que, en esta atmósfera de gozosos intercambios, las entidades luminosas vienen a recoger elementos de los que se servirán después para proseguir su trabajo a través del mundo.”
En ese mismo sentido se pronuncia el Maestro Parvati Kumar cuando afirma que la Jerarquía nos invita a seguir estos festivales de la naturaleza. La llegada del Solsticio de invierno nos sugiere sintonizarnos internamente para que seamos iluminados por la energía del Sol. He aquí sus palabras: “Desde la antigüedad, el 22 de diciembre es celebrado como el día en que nace el Salvador. En los ashramas en diferentes partes del mundo, se realiza el ritual del nacimiento del Salvador con la intención de que el Señor pueda nacer en nosotros y elevarnos hacia los más elevados reinos de la Luz. Es este día grandes almas descienden en un cuerpo para cumplir con el divino propósito… En los primeros siglos el nacimiento de Jesús fue celebrado el 22 de diciembre, pero más tarde la fecha fue pospuesta por razones políticas para el 25 de diciembre.”
Añade el líder de World Teacher Trust que los rayos dadores de vida del Sol del Norte limpian los “pecados” de la gente, sus apegos físicos y los despiertan a una nueva vida. Ellos serían el alimento de la vida espiritual, que el Dios sol distribuye nuevamente durante este ritual anual y por lo tanto nos ayuda a orientar la conciencia hacia lo superior.
Por último compartiros que, coincidiendo con el solsticio de invierno, verán la luz también una web y un boletín nuevos “Ananta news” (http://www.anantanews.org). Son fruto igualmente del esfuerzo de nuestros diferentes movimientos unidos. Vamos a nacer de nuevo, ahora juntos, ahora para compartir buenas nuevas, rebrotadas esperanzas, inmortales valores. Te puedes suscribir al boletín, enviando tu notificación a redaccion@anantanews.org ¡Muchas gracias por adelantado!