Queridos amigos:

Los  testimonios  que  ha  traducido  nuestra  amiga  Lola  Sousa  y que  provienen de  miembros  del movimiento  Byakko  Internacional en el área de la catástrofe japonesa no  tienen desperdicio. Son impresionantes y denotan el cambio de la conciencia que la triple prueba, tsunami-terremoto-alerta nuclear, ha generado en la nación del sol naciente. Favor de difundir. Ahora arranca desde las contigüidades de la “zona 0” la otra marea, la impresionante ola que alberga toneladas de humanidad. Al mayor de los siniestros se le  puede dar la vuelta y los testimonios de a continuación así  lo confirman sin espacio de duda. El dolor acerca su recompensa inmediata en forma de emocionantes gestos solidarios antes difícilmente imaginables.

Arranca ahora el tsunami más fuerte, más poderoso que todos los mares y sus  tormentas juntas: el de la solidaridad. Podemos  hacer que esa conciencia fuertemente fraterna que ha surgido en Japón invada nuestras geografías. Nacen ya las olas  esperadas y de las que urgía nuestra humanidad, olas muy superiores a los 10 metros del tsunami y que nos revelan el inmenso potencial de amor latente en el ser humano. No deba agitarse de nuevo mañana la Madre Tierra para que florezca por fin la fraternidad sobre la faz de la Tierra.

Dicen que se  ha  movido el eje del planeta tras este último tsunami, sin embargo hay otro eje que con seguridad felizmente sí ha mutado. Gracias a las almas que se  ofrendaron para tan definitiva lección planetaria. Gracias Lola, gracias a Byakko Internacional por el envío de estas tan reveladoras misivas, de estas entrañables cartas. Estos y otros revolucionarios testimonios de profunda, genuina y espontánea solidaridad en medio de la destrucción y la carencia absoluta, sí pueden hacer bascular el eje más importante: el de las conciencias.

Entre la ruinas y la devastación brilla resplandeciente un sol en el extremo oriente. Pasa la voz, la hora es llegada, una humanidad despierta… Ahora más que nunca unid@s en el Trabajo Uno.

Koldo Aldai

El 20/3/11 23:32, «Lola Sousa» <sololalegria@yahoo.es> escribió:

Querida familia:

También quiero enviaros estos preciosos testimonios desde Japón. Me emocionaron tanto cuando los leí que no dudé un momento en ponerme a traducirlos. Son mensajes que nos inspiran. Están llenos de Esperanza, Luz, Amor… como la Nueva Tierra que estamos creando. Primero, un mensaje escrito por una mujer extranjera que vive en Sendai (la ciudad que más sufrió el tsunami) compartiendo sus experiencias. Es maravilloso escuchar directamente de alguien que estaba allí en ese momento. Es un precioso testimonio del espíritu japonés en acción…… A continuación unos mensajes de Yuka Saionji, desde Tokio, inmediatamente después del terremoto y unos días después.

Paz Infinita, Luz Infinita, Amor Infinito

Que la paz sea en Japón 

Lola Sousa
La Paz Prevalece en la Tierra
www.byakko-es.org
<http://www.byakko-es.org/>

   Palabras de una mujer extranjera que vive en Sendai (enviado por Fumi, NM de EEUU)

   Hola mi querida familia y amigos,

En primer lugar quiero daros las gracias por todo el interés que habéis mostrado por mí. Estoy muy    emocionada. También quiero pedir disculpas por un mensaje general a todos vosotros. Pero parece la mejor manera en este momento para haceros llegar mi mensaje.

Las cosas aquí en Sendai han sido bastante surrealistas. Pero me siento muy bendecida por tener maravillosos amigos que me están ayudando mucho. Puesto que mi choza es incluso

más digna de ese nombre, ahora estoy en casa de una amiga. Compartimos suministros como agua, alimentos y un calentador de queroseno. Dormimos en fila en una habitación, comemos a la luz de las velas, compartimos historias. Es cálido, amable y hermoso.

Durante el día nos ayudamos unos a otros a limpiar el desorden de nuestras casas. La gente se sienta en el coche, mirando las noticias en sus pantallas, o hacen cola para conseguir agua potable cuando se abre una fuente. Si alguien tiene agua corriente en su casa, ponen un cartel para que la gente pueda venir a llenar sus jarras y baldes.

De forma absolutamente increíble donde estoy no ha habido saqueos, ni nadie empuja en las filas. La gente deja abierta su puerta, ya que es más seguro cuando golpea un terremoto. La gente sigue diciendo: «¡Oh, así era en los viejos tiempos, cuando todos se ayudaban unos a otros.»

Aún sigue habiendo temblores. Ayer por la noche golpearon cada 15 minutos. Las sirenas son constantes y los helicópteros pasan con frecuencia.

Tuvimos agua por unas horas en nuestra casa la pasada noche, y ahora durante medio día. La electricidad llegó esta tarde. El gas aún no ha llegado.

Pero todo esto va por zonas. Algunas personas tienen estas cosas, otras no.

Nadie se ha lavado durante varios días. Nos sentimos sucios, pero hay cosas mucho más importantes para nosotros ahora. Me encanta este desprendimiento de lo

no esencial. Vivir plenamente en el nivel del instinto, la intuición, el cuidado, de lo que se necesita para la supervivencia, no sólo mía, sino de todo el grupo.

Hay extraños universos paralelos sucediendo a la vez. Casas hechas un desastre en algunos

sitios, sin embargo, a continuación, una casa con futones y ropa de secándose al sol.

Gente haciendo cola por agua y alimentos, y otras personas sacando a pasear sus perros. Todo ocurre al mismo tiempo.

Hay otros toques inesperados de belleza, el silencio de la noche. Sin coches. Nadie por las calles. Y el cielo lleno de estrellas por la noche. Por lo general se pueden ver unas dos, pero ahora todo el cielo está lleno.

Las montañas en Sendai son sólidas y con el aire fresco se pueden ver magníficamente recortadas contra el cielo.

Y los japoneses son tan maravillosos. Vuelvo a mi choza todos los días para comprobar cómo está, ahora para enviar este e-mail puesto que hay electricidad, y me encuentro con alimentos y agua en la entrada. No tengo ni idea quién lo ha traído, pero está ahí. Hombres mayores con sombreros verdes van de puerta en puerta para ver si todo el mundo está bien. La gente habla a personas completamente desconocidas para preguntar si necesitan ayuda. No veo signos de miedo. Resignación, sí, pero  miedo o pánico, no.

Nos dicen que podemos esperar réplicas, e incluso otros terremotos importantes, dentro de un mes o más. Y tenemos constantes temblores, ruidos. Tengo la suerte de que vivo en una zona de Sendai que está un poco elevada, un poco más sólida que otras partes. Por lo que esta área es mejor que otras. Ayer por la noche el marido de mi amiga llegó del país, trayendo alimentos y agua. Bendiciones de nuevo.

De alguna manera en este momento me doy cuenta por experiencia directa que es un enorme paso evolutivo Cósmico que se está produciendo en todo el mundo justo en este momento. Y de alguna manera al experimentar los acontecimientos que ahora suceden en Japón, puedo sentir una apertura muy grande en mi corazón. Mi hermano me preguntó si me sentía muy pequeña, por  todo lo que está sucediendo. No es así. Más bien, me siento parte de algo mucho más grande que yo. Esta ola de parto (en todo el mundo) es difícil, y a la vez magnífica.

Gracias de nuevo por vuestra atención y Amor hacia mí,

Devuelvo mi amor a todos vosotros,
Anne

 

Palabras de Yuka Saionji que vive en Tokio con su familia.

Muchísimas gracias a todos…, por el continuo apoyo de amor y mensajes. ¡¡¡Significa mucho para nosotros!!!

Cada día, cuando escucho las noticias, no puedo dejar de llorar. Es tan fácil sentirse atrapado y envuelto en esta situación. Viendo una y otra vez las devastadoras escenas, que crean miedo y más información negativa y amenazante para el futuro.

Sin embargo, mis padres y yo empezamos a hablar, y dijimos que NECESITAMOS una visión positiva para nuestro futuro. Sí, un pueblo entero desapareció. Pero quiere decir que ahora ¡podemos crear una hermosa nueva ciudad de la nada! Necesitamos una visión que anime a las personas, por la que quieran trabajar, ver la brillante posibilidad que todos podemos crear. No queremos volver a construir exactamente la misma ciudad que teníamos antes. Queremos algo mejor, algo más hermoso, sostenible… un modelo que se centra en las 4S – (Science, Spirituality, System and Sustainability) Ciencia, Espiritualidad, Sistema y Sostenibilidad. Ahora podemos crear desde cero una ciudad que representa una nueva forma de vida.    

Mensaje de Yuka Saionji

Queridos amigos,

Muchas gracias por todo vuestro amor, vuestro apoyo y vuestros mensajes. También experimentamos un gran terremoto aquí en Tokio, pero nada comparado con el norte de Japón. Yo no podía mantenerme de pie por lo fuerte que era, y todo lo que podía hacer era abrir las puertas para asegurar nuestra salida.

Todo el transporte se paró. En muchos lugares dejó de haber  electricidad, muchas cosas se vinieron abajo, también en Tokio se dañaron edificios y  carreteras.  Pero no había ningún daño enorme. Muchas personas estaban atrapadas cerca de sus lugares de trabajo u obligados a caminar de vuelta a casa por la noche. Nada se movió. Pero aún así, no había confusión o pánico. Nadie gritaba, todos hacían colas y guardaban su turno. Sin empujar ni robar ni nada…. Muchas tiendas y restaurantes  ofrecían quedarse a la gente, y la gente está aquí para apoyarse unos a otros. Aún tenemos pequeños temblores en Tokio, pero no un gran problema. Muchos amigos caminaron de 5 a 6 horas la pasada noche, pero todos comentaban que todo el mundo caminaba en paz, tranquilamente, en orden…

En este momento, me sentí tan afortunada y llena de gratitud… que sabemos que nuestras oraciones, nuestra meditación, nuestro amor, son de verdad y de unidad. Durante el gran terremoto, lo único que podía hacer era ofrecer  gratitud a la naturaleza y a la querida tierra. No había miedo. Solo un sentimiento de unidad ante cualquier cosa que pasara.

Nuestra organización [Byakko Shinko Kai] cuenta con más de 20.000 personas en todo Japón y estamos trabajando duro para contactar con todos. Pero sabemos… que en el lugar donde estén estarán en paz, enviando amor y oraciones a la gente que está a su alrededor. Porque rezar por la paz en el mundo y dar gracias a la naturaleza es lo único que hemos estado haciendo durante las últimas décadas. Ver las noticias de lo que está sucediendo en todo el país me hace llora.. pero saber esto me da fuerza y esperanza.

No sólo los miembros de nuestra organización,  todo el mundo  alrededor está tratando de apoyarse y trabajar unidos. En nuestros círculos, siempre hablamos de trabajar unidos… tal vez la crisis dé lugar a una nueva evolución. Estamos tratando de enviar el mayor número de oraciones, pensamientos positivos y acciones para ayudar a los demás a pasar por esto. En Japón sentimos mucho apoyo y energía de personas de todo el mundo y estamos muy agradecidos.

En este momento nuestra mayor preocupación es la energía nuclear. Y  que se estabilice. En el norte de Japón, un pueblo entero desapareció a causa de la inundación. Pero aún tenemos que tener cuidado de más terremotos e inundaciones. Pero en cualquier caso, quería dar las gracias y decir que estamos bien.

Y  siento, que todos los japoneses están trabajando fuerte y unidos para  pasar por esto. Sentimos todas las oraciones y energía. Gracias.

Que la paz prevalezca en la tierra.

Con mucho amor,

Yuka

PD– A continuación  algunas anécdotas de las que llegan al  corazón, que he visto o escuchado de otros…

Una mujer del extranjero me llamó al móvil. Dijo que quería conectarse con cualquier persona que estuviera en Japón, y por ello marcó el código del país y su propio número de móvil, que resultó ser el  mismo que el mío. No acababa de entender todo lo que decía, porque era inglés, pero sabía lo suficiente como para saber que ella realmente quería apoyar al pueblo japonés. Realmente me dio tanta esperanza.

Ayer por la noche cuando estaba caminando a casa (ya que todo el tráfico se había detenido), vi a una anciana en una  panadería. Había pasado totalmente  la hora de cierre, pero ella estaba dando pan gratis. Incluso en momentos como éste, la gente estaba tratando de encontrar lo que podían hacer y eso llenó de calor mi corazón.

En el supermercado, donde cayeron artículos de  los estantes, la gente recogía las cosas, con tanto orden y luego tranquilamente hacían cola para comprar alimentos. En lugar de crear pánico y comprar todo lo que necesitaban, compraban lo menos posible. Me sentía orgullosa de ser japonesa.

Cuando iba caminando hacia casa, durante 4 horas, había una señora con un cartel que decía: «Por favor, usen nuestro baño.» Abrían su casa para que la gente fuera al baño. Era difícil no echarse a llorar, al ver la calidez de la gente.

En Disneyland estaban dando caramelos. Las niñas de la escuela secundaria estaban cogiendo tantos  que  pensé, «¿Qué?» Pero al minuto siguiente, corrieron hacia los niños en el lugar de evacuación y se los entregaron. Fue un gesto dulce.

Mi compañero de trabajo quería ayudar de alguna manera, aunque fuera a una sola persona. Así que escribió un letrero: «Si te va bien ir en moto, puedo llevarte  a casa.» Estuvo allí de pie en el frío con ese cartel. Y entonces  vi que llevaba a un señor a casa, ¡hasta Tokorozawa! Me emocioné. Sentí que yo también quería ayudar a otros.

Un chico de la escuela secundaria se salvó porque se subió encima del tejado de una tienda durante la inundación. La inundación llegó tan de repente, que solo vio gente bajo él, tratando de subir frenéticamente hasta el tejado y siendo llevados  por la inundación. Para ayudar a los demás, siguió filmando para que sus seres queridos pudieran ver. Todavía no  había podido llegar a sus propios padres, pero dice, «No es  culpa de nadie. No hay nadie a quien culpar. Tenemos que ser fuertes.»

Hay falta de gas ahora y muchas estaciones de gasolina están cerradas o hay colas muuuuy largas. Me preocupé, porque iba detrás de 15 coches. Por último, cuando llegó mi turno, el hombre sonrió y dijo: «Debido a esta situación, sólo estamos dando gas por valor de $ 30 a cada persona. ¿Está bien?» «Por supuesto que está bien. Me alegro de que todos podamos compartir», le dije. Su sonrisa me alivió mucho.

Vi a un niño que daba las gracias a un empleado de transporte público, diciendo: «Muchas gracias por esforzarse para poner en marcha el tren  la pasada noche.» Hizo que al empleado le salieran las lágrimas, y a mí también.

Un amigo extranjero me dijo que se sorprendió al ver una larguísima cola tan ordenada detrás de un teléfono público. Todo el mundo esperó con paciencia para usar el teléfono a pesar de que todo el mundo estaría  ansioso por llamar a su familia.

¡El tráfico era horrible! Sólo un vehículo podía moverse hacia adelante con la luz verde. Pero todo el mundo  conducía con tanta calma. Durante el viaje de 10 horas (que sólo tomaría 30 minutos normalmente) el  único grito que oí fue un grito de gracias. Fue un tiempo terrible – pero a la vez un tiempo de calor y me hizo amar más Japón.

Cuando  estaba esperando en el andén, cansada y agotada, una persona sin hogar llegó a nosotros y nos dio un trozo de cartón para sentarnos. A pesar de que por lo general los ignoramos en nuestra vida diaria, ellos estaban listos para servirnos.

Suntory (una compañía de zumos) está dando bebida gratis, las compañías telefónicas están creando más puntos wi-fi, 1.000.000 de fideos fueron distribuidos por una empresa de alimentos, y todo el mundo está tratando de ayudar de la mejor manera posible. Nosotros, también, tenemos que ponernos de pie y dar lo mejor de nosotros.

Siempre que nos quedamos sin luz, hay gente trabajando duro para solucionarlo. Cada vez que se va el agua, hay gente trabajando para solucionar eso también. Y cuando hay un problema con la energía nuclear, hay gente tratando de arreglar eso. No se arregla por sí mismo. Mientras esperamos  recuperar el calor cuando hace frío o tener agua corriente, hay gente arriesgando su vida para arreglarlo para nosotros.

Una anciana dijo, en un tren: «Los apagones no son un problema para mí que estoy acostumbrada a  apagar las luces y ahorrar  electricidad para este país. Por lo menos, esta vez no tenemos bombas volando sobre nuestras cabezas. Yo… estoy dispuesta de apagar mi luz y contenta de hacerlo! »  Nadie a su alrededor pudo decir una palabra por respuesta.

En una zona, cuando volvió la electricidad, la gente se alegró. Y entonces alguien gritó: «Tenemos electricidad porque seguramente otra persona ahorró la suya. Muchas gracias a TODOS los que ahorraron electricidad para nosotros. Gracias a todos!»

Un hombre de edad dijo en el refugio de evacuación «¿Qué va a pasar ahora?» Y entonces un joven de secundaria sentado a su lado, dijo, «No te preocupes! Cuando seamos mayores, prometemos arreglarlo de nuevo!» Al decir esto,  acariciaba la espalda del hombre mayor.  Cuando escuché esta  conversación, me sentí esperanzada. Hay un futuro brillante, al otro lado de esta crisis.

Actualización: 16 de marzo 2010

Ha habido tanto  miedo alrededor, que me duele el corazón. Cuando empezamos a ver el mundo con miedo, nos olvidamos de ver las cosas importantes de la vida. Cada momento es precioso, cada momento es el único regalo (presente) que tenemos, y simplemente no podemos darnos el lujo de perderlo en una desesperación llena de temor.

Un amigo que ahora vive en el centro de evacuación me dijo lo importante que es sonreír. Y que su sonrisa parecía curar a la gente a su alrededor. Ha perdido su casa, no sabe cómo será su futuro… pero  todavía se acuerda de sonreír. Algunos pueden decir que no está bien sonreír o reír en este momento, pero yo realmente respeto el poder de su coraje. No sólo sonreír, debemos mantener también nuestro humor. En japonés, humor se traduce como «reír, a pesar de…».

Hoy en día, la gente en todas partes está hablando de la radiación nuclear. Podría llegar al aire, el suelo, la comida. La gente  tiene una cara tan gris, asustada. Así que me fui por ahí ofreciendo mi mayor  sonrisa y diciendo: «¡Hoy es un día de sol!» Me devolvían la sonrisa, y estoy seguro de que algunos pensarían que estoy loco, pero vi  belleza en sus sonrisas. Así que mucho mejor que las caras de miedo.

En mi camino de vuelta a casa, vi una hermosa flor. Hemos tratado de utilizar todos nuestros méritos, e incluso la energía de la naturaleza, para nuestro propio beneficio y esto ha creado toda esta escasez y locura. Todos nosotros podemos tratar de huir de la radiación, pero ¿y esta flor? Me incliné hacia la flor y le dije emocionada: «Lo siento mucho.»

Si somos capaces de parar y salir del miedo, aunque solo sea un poco, podemos ver mucho más. Espero que no olvidemos el amor, la gratitud, la aceptación, la armonía y la unidad. Espero que podamos seguir recordándonos eso unos a otros, ya que ¿sabes…? Yo también puedo olvidar.