Entrevista a Concha Pinós

15-Diciembre-2008
Concha Pinós es activista de distintas causas, en particular en los últimos años por la de la liberación en Birmania. Estudiosa y practicante del yoga tibetano, su búsqueda se inició en Granada en su tiempo de universitaria en la facultad de Ciencias Políticas. Allí conoció a un maestro hindú que había sido discípulo de Paramahansa Yogananda. Concha le preguntó que quién era, a lo que él respondió: “Lo importante no es quién soy yo, sino quién eres tú. Tú puedes ser la madre de millones de personas…”

El maestro le enseñó yoga, según el método de “gurukula”, es decir de convivencia con el “gurú”. Mientras en la facultad aprendía Ciencias Políticas, con el “gurú” aprendía los yoga sutras de Patanjali. Después conocería a una monja tibetana que fue la que finalmente le animó a dar el salto a Oriente. Concha se reconoce cómplice de la respiración mundial, del sonido del universo. Fuertemente comprometida con aliviar el dolor de la tierra, afirma que cuando va a las guerras siente que el sufrimiento de los demás y el suyo propio es el mismo. Entrevistamos a Concha en el I Foro Humano Europeo, que ha tenido lugar en Barcelona la primera semana de noviembre.

¿Agradecida con tu maestro?
Los maestros tienen la virtualidad de conectarnos con nuestra luz. Así iluminados por nuestra propia luz, podemos crear más cosas…

¿Qué aportó el yoga a tu vida?
El yoga no es una clase dos veces por semana, yoga es simplemente estar despierto. Patanajali era un médico, mago, activista, bai