¡Que barbaridad, la fuerza que tienen los hábitos! Y como la mayoría de lo aprendido y repetido es negativo, ¡pues eso, aún me pillo en un buen renuncio!
Todavía hay días que me levanto con el pie cambiado. Y hoy me levanté de mal humor y alterada. Por supuesto me salió al paso todo lo que no estaba bien, correspondiendo a las vibraciones de “mala leche” que iba repartiendo, a diestro y siniestro.
Y entonces abrí un correo que me recordaba lo afortunada, rica y valiosa que soy. ¡Parón en seco! Rebobino y mando al ego a un rincón.
Algunas respiraciones profundas y vuelvo a mirar con atención: ahí están, en abundancia, ¡mis bendiciones!
¡Tengo tanto, tanto, por lo que dar gracias! Salud, alimentos, hogar, aire, agua, familia, ropa, amigos, trabajo, dinero, sol, paz, comodidades, inteligencia, movimiento, memoria, olfato, flores, tiempo, humor, conciencia…..
Que fácil es dejarse arrastrar por minucias, por tonterías, ceder el control y dirección de los pensamientos y del corazón, reaccionando a estímulos externos.
Toma de conciencia. Auto-control. Yo dirijo mi enfoque, busco que quiero ver, escuchar, sentir. Elijo pensamientos de amor, salud, bienestar y prosperidad.
Hago un buen recuento de los inmensos bienes y regalos de amor que se me ofrecen a cada paso y en todo momento.
Gracias, gracias, gracias.
Ana Novo
La Comadrona Espiritual ®
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