Un amor a la verdad, esencial para una sociedad justa, inclusiva y progresista.

Un sentido de justicia, en el reconocimiento de los derechos y necesidades de todos.
 
Un espíritu de cooperación, basado en la buena voluntad activa y en los principios de correctas relaciones humanas.
 
Un sentido de responsabilidad personal, en el grupo, en la comunidad y en los asuntos nacionales.
 
El servicio al bien común, mediante el sacrifico de egoísmo. Solo lo que es bueno para todos es bueno para uno.

(Buena Voluntad Mundial)