Aquel que tiene mucho amor en su corazón se siente feliz con todo el mundo. Sí, descubre en todos los seres cualidades, riquezas, y es sólo en él en quién constata lagunas. Sin embargo, generalmente sucede más bien lo contrario. En lugar de decirse: «Si los demás me resultan tan difíciles de soportar, es por falta de amor… y también de sabiduría», va pregonando por todas partes lo que éste o aquel ha dicho o ha hecho estúpidamente o con maldad. Pero ¿qué cree ganar actuando de esta forma? En el momento en que alguien empieza a crisparos, es más útil de buscar en él lo que os permitiría apreciarle.

Diréis que esto que os pido es verdaderamente difícil. Evidentemente, así es, es difícil, pero ¿a dónde creéis que llegaréis buscando sólo lo que es fácil? El único modo de dominar las dificultades, no es el de quedarse cavilando, sino el de comprender todo lo que ganaréis buscando vivir fraternalmente los unos con los otros.

Omraam Mikhäel Aïvanhov (1900-86)