Hijos míos, hijos míos, mis amados hijos:
No penséis que Nuestra Comunidad está oculta de la humanidad
por muros impenetrables.
Las nieves del Himalaya que Nos ocultan, no son obstáculos
para los verdaderos buscadores, sino sólo para los curiosos.
Tened presente la diferencia entre el buscador
y el investigador adusto y escéptico.
Estad inmersos en Nuestra labor; y Yo os conduciré por el sendero
hacia el Mundo Aquel.
313- (Las Hojas del Jardín de Morya I, La Llamada) 1924, The Agni Yoga Society, Nueva York