«¿Qué significa ponerse al servicio de Dios? Que seamos capaces de consagrarle todo lo que nos pertenece. Aquél que quiere convertirse sinceramente en servidor de Dios se dirige a Él diciéndole: «Señor, todo lo que tengo te pertenece, te lo doy. Dispón de lo que poseo interior y exteriormente. Mi corazón, mi intelecto, mi alma, mi espíritu, pero también mi cuerpo, mi casa y todo lo que contiene, te los consagro.»


He aquí cómo debéis poneros al servicio del Señor y en realidad, el Señor no os cogerá nada. Él lo posee todo, ¿qué queréis que haga con vuestras facultades y vuestras posesiones? Pero os sugerirá la mejor manera de utilizarlas. No sólo todo lo que consagráis a Dios está seguro, sino que con ello os beneficiáis mucho más porque las rencontraréis en un plano superior. No existe otro medio para adquirir las verdaderas riquezas, aquéllas que nunca se pierden. «

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86)