«Aquél que concentra su atención en el mundo visible, material, se limita, se empobrece y se materializa también él. Mientras que, si se concentra en el mundo interior, en el mundo espiritual, siente que todo lo que está viviendo de puro, de luminoso, le conecta con otras existencias, con otras corrientes, hasta el infinito.
El mundo espiritual es la riqueza, la inmensidad, y si trabajáis con él, os conectáis con todas las fuerzas creadoras, con todas las entidades luminosas que circulan a través de las estrellas, de las constelaciones, con todos los mundos que pueblan el universo, y saboreáis la vida divina.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86)