«Material, afectiva y mentalmente, los humanos solo piensan en tomar, y las cosas y los seres solo les interesan en la medida en que pueden sacar provecho. Con semejante filosofía, nada cambiará nunca en el mundo, y los humanos seguirán sintiéndose solos, pobres y desgraciados.

Acostumbraos a dar. Mirad la fuente: los animales vienen a beber en ella y, junto a ella, las plantas y los árboles crecen y los hombres construyen sus casas. ¿Por qué? Porque no cesa de dar a todos su agua pura, su vida. La fuente nos enseña que solo existe un verdadero método para atraer a los demás, y es dar, dar lo mejor de nuestro corazón y de nuestra alma. Y no temáis la ingratitud de la gente: tanto peor para ellos si son ingratos, seguirán siendo pobres; y tanto mejor para vosotros si sois una fuente, ¡seréis ricos!»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86)