«Cualesquiera que sean vuestros quehaceres cotidianos, aprovechad cualquier ocasión para entrar en contacto con el mundo del espíritu, con el mundo divino, porque es ahí solamente, en este mundo que todos lleváis en vuestro interior, donde podréis desarrollaros y hallar la plenitud. Sólo las alegrías sutiles del mundo del espíritu son alegrías duraderas. ¿Para qué malgastarlas entreteniéndonos siempre en las zonas bajas de la materia?… Este mundo divino que lleváis en vuestro interior, es vuestra naturaleza superior que tenéis todas las posibilidades de desarrollar identificándoos con ella. Y entonces, poco a poco sentiréis que incluso en la oscuridad y en la tempestad, la luz y la paz no cesan de acompañaros.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Sacred Tangla. 1939, pintura de Nicholas Roerich