«Para tomar consciencia de la importancia del día de hoy, debemos comportarnos como si fuese el último. Algunos dirán que es horrible tener continuamente en la cabeza el pensamiento de la muerte. Pues no, vivir cada día como si fuese el último no nos empuja hacia la muerte, sino todo lo contrario, hacia la vida. Es más bien aquél que se comporta con ligereza mientras espera un futuro mejor, quien avanza hacia la muerte. Porque desperdicia su vida. Cuando los sabios nos aconsejan vivir cada día como si fuese el último, es para que nos esforcemos en hacer del día de hoy algo más útil, más bello, más precioso… No creéis verdaderamente que sea el último día, solo utilizáis un método pedagógico para vivir plenamente hoy.

Tenéis un minuto, una hora, un día… ese minuto, esa hora, ese día os pertenecen para crear vuestro futuro. Para que se presente en todo su esplendor, el futuro, vuestro verdadero futuro de hijo o hija de Dios espera que hayáis extraído todas las lecciones del pasado. Pero está vivo, está en marcha, está ya ahí puesto que estáis creándolo.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Camino Primitivo, entre Salas y Tineo, 19 mayo 2023