“Cada mañana, al despertaros, pedid alegría y amor. ¿Por qué empezar siempre la jornada con pensamientos negativos: que si os falta dinero, que si aquél o aquélla a quien amáis os es infiel, que si tal vecino o tal compañero de trabajo no os puede ver? Tendréis suficiente tiempo durante la jornada para pensar en todo eso.
Pero, al despertar, empezad por dar gracias al Señor. Decidle: “Señor Dios, aquí me tienes hoy aún, vivo, sano, puedo respirar, caminar, comer, mirar, oir, pensar, amar. Son tesoros inestimables. ¡Gracias!” Si, cada mañana, pensad en levantaros alegremente dando gracias al Señor.”
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: To Kailas. Lahul. 1932, pintura de Nicholas Roerich