«En la cultura actual, todo gira esencialmente en torno a las necesidades del cuerpo físico. Pero preocuparse tanto por satisfacer el cuerpo físico es peligroso, porque el cuerpo es vulnerable, perecedero, y basar una cultura en algo que está tan rápidamente condenado a desaparecer, tiene consecuencias deplorables para todo lo que el hombre hace. Su razonamiento y su comportamiento serán siempre erróneos, porque el punto de partida ya es erróneo.

Si, por el contrario, el hombre trata de satisfacer las necesidades del alma y del espíritu que están más allá de las leyes del tiempo y del espacio, todo lo que haga llevará el sello de la luz, de la inmortalidad. Se producirá entonces la llegada del Reino de Dios. Si en la actualidad los hombres manifiestan tan poca grandeza y nobleza, es porque están bajo el dominio del cuerpo físico. Deben liberarse de ello y situar el alma y el espíritu en el centro de su filosofía.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Voice of Mongolia, pintura de Nicholas Roerich (1937)