«El Iniciado dice: “Me privaré de algunos granos de trigo, pero lo haré para cosechar miles de granos”. Y en lugar de comerse esos granos, los siembra, y finalmente acaba cosechando todo un campo. Mientras que el hombre corriente dice: ¿Por qué privarme? Me comeré todos los granos. Sí, pero después de algún tiempo, no tendrá nada. Hay que saber privarse, renunciar a comer algunos granos para poder sembrarlos, y se estará en la abundancia. Es necesario comer, pero un poco, y sembrar el resto.

Evidentemente, estos granos de los que os hablo, son simbólicos. Son nuestros pensamientos y nuestros sentimientos los que debemos aprender a sembrar. Los pensamientos y los sentimientos pueden realizar un trabajo para el bien de todos, pero con la condición de no comerlos, es decir, de no ponerlos al servicio de nuestros intereses egoístas. El que sabe privarse, consigue cosechas tan abundantes que puede alimentar al mundo entero.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Camino Primitivo, 16 mayo 2023