«Todo lo que los humanos piensan, sienten, desean, llega hasta el mundo invisible, desencadenando fuerzas y poderes beneficiosos o maléficos. Pero como la mayoría de ellos lo ignoran, ocurre que millones de individuos sobre la tierra están provocando diariamente y sin cesar, de forma inconsciente, fuerzas destructoras. Si se intenta enseñarles, replican extrañados: los pensamientos y los sentimientos no se ven, no se tocan, ¿cómo pueden desencadenar esos acontecimientos?…

La vida interior, la vida del pensamiento es esencial para la construcción de nuestro futuro y el de la humanidad. Por esta razón, lo primero que se aprende en una Escuela iniciática, es vigilar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestros deseos: cuál es su objetivo, su dirección, precisamente para poder unirse a las fuerzas benéficas de la naturaleza y trabajar así en nuestra propia evolución y en la del mundo entero. «

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Playa de Hendaya, 12 julio 2023